Después de cerrar un viernes con las bolsas en rojo, las acciones sufrieron una brecha masiva a la baja para comenzar la semana con el Nasdaq cayendo más de -4% en la apertura. Los primeros movimientos de precios en el S&P 500 y Dow Jones fueron aún más históricos, ya que cada uno registró las mayores brechas bajistas (gap down) desde hace más de 20 años.

La acción del precio de las acciones se estaba volviendo cada vez más tenue a medida que el oro subía después de una ruptura alcista y las monedas sensibles al riesgo, como el dólar australiano, bajaban.

Aún así, el mercado demostraba ser resistente hasta ahora y no estaban claras más bajadas, pero un aumento en los temores en cuanto al corona-virus durante el fin de semana aparentemente provocó una mayor aversión al riesgo y fueron los culpables de la trágica apertura del lunes. A medida que el brote se expande en un problema global, su impacto económico se extenderá de manera similar. Nos llegan noticias sobre un repunte preocupante en casos confirmados en Italia, Irán y Corea del Sur; esto revela la alarmante capacidad de propagación del virus. En consecuencia, se espera que los viajes globales disminuyan, y las acciones de las aerolíneas han reaccionado en consecuencia.

Evidentemente, el daño no se limita a las acciones de las aerolíneas, ya que el Nasdaq, compuesto por empresas del sector tecnológico, lideró las caídas del lunes y las expectativas de ganancias se han reducido en todos los ámbitos.

Con esto en mente, es difícil determinar el impacto exacto del corona-virus, porque hay muy pocos precedentes y muchas incógnitas. Esto crea una mayor incertidumbre para los inversores, algo que la mayoría detesta, y podría traducirse en una volatilidad prolongada para el mercado de valores en los próximos días y semanas.

De cualquier manera, parece que la fuerza impulsora detrás de la acción del precio y el sentimiento es el virus, por eso las noticias que vayan llegando podrían resultar cruciales para el Nasdaq, ya que parece mantenerse por encima del soporte posterior en la zona de los 9.000.

Del mismo modo, varios funcionarios de bancos centrales de todo el mundo han comenzado a expresar posibles iniciativas de política monetaria para combatir los efectos económicos del virus.

Si las medidas para combatir la apatía, resultan en la expansión del balance general, puede proporcionar flotabilidad a corto plazo, pero la inyección constante de liquidez podría tener implicaciones a más largo plazo que eventualmente tendrán que conciliarse. Esto incluye una fuerte corrección a la baja en los indices y algunos activos de alto riesgo.

*Este análisis se proporciona como comentario general del mercado y no constituye consejo de inversión ni asesoramiento financiero.